LA SACA DE CORCHO EN HIGUERA DE ALBALAT ( VERANO 2011)

El Quercus suber, (especie de alcornoque que se desarrolla en nuestro pueblo), cuyo hábitat natural se limita a la parte occidental de la cuenca del Mediterráneo, es la única especie capaz de una producción sostenida y económica de corcho. Se dice que ocupa una extensión de 2 millones de ha. pero la situación real no se conoce pues no se dispone de inventarios actualizados, aunque puedo afirmar que el responsable forestal se ha esforzado en realizar una estadística lo más exacta posible de la población existente en la zona de nuestro termino municipal, aprovechando la saca de corcho realizada este verano, tanto de arboles nuevos,(bornizos) como de segunderos, (arboles de segundo descorche, y del resto de árboles que ya están en plena producción, lo que demuestra que se están esforzando desde la administración en controlar la situación real de esta especie.

Sin duda el alcornoque ha jugado un papel importante en la economía de las familias de nuestros pueblos, Los beneficios económicos que se obtienen directamente de la explotación del corcho se combinan con el aprovechamiento en la agricultura, pastoreo, caza, etc… así como con las funciones ecológicas y sociales, lo que pone a este árbol productor de corcho en una posición privilegiada, sobretodo en nuestro caso, porque se desarrolla en un territorio donde el campo ya no es una fuente importante de ingresos.

Hacha curvada



La cuadrilla

 Este verano se ha descorchado el 80 % de los alcornoques de Higuera, con lo que la actividad diaria se ha incrementado considerablemente en el pueblo, ya que dos cuadrillas de Corcheros se dedicaban todos los días a sus funciones de descorche, esto en un pueblo donde la principal actividad son los huertos, las colmenas y muy poco más, ver a otras personas moviéndose por los campos se nota mucho.







Un Alcornoque hasta que no tiene entre 20 y 30 años no está preparado para el descorche. El primer descorche o desbornizamiento se podrá realizar cuando la circunferencia del tronco hasta dos metros máximo de altura para el descorche, supere los 65 centímetros. En el segundo descorche o saca segundera, el coeficiente de descorche deberá ser igual o inferior a 2,5 metros de altura. En el caso de que se descorchen las ramas, el perímetro mínimo para su realización será de 60 centímetros.

El turno mínimo para el descorche será de 9 años, salvo excepciones que establezca la legislación; según la calidad del corcho y la necesidad económica de su propietario, se puede sacar hasta los doce años, lo que puede tener varias consecuencias, como por ejemplo, que en zonas donde el terreno es pobre y además está repleto de matorral, monte bajo y con años muy secos, la corcha mejora considerablemente con uno o dos años más, pero por el contrario, si esta está en una zona más húmeda y con un terreno más rico en nutrientes naturales para el árbol, se corre el riesgo de que el corcho tenga un desarrollo muy fuerte y no esté lo suficientemente compactado, con lo que no serviría para la aplicación mejor remunerada, el tapón para embotellar vino, ya que sería un corcho muy poroso y pasaría a ser un producto para desecho.

Más de 12 años el corcho pierde muchas de las propiedades que le caracterizan, convirtiéndose en un producto muy leñoso. El corcho es impermeable, inodoro, resistente a los agentes químicos e inatacables por los líquidos, prácticamente imputrescibles y muy resistentes a los ataques de los insectos, compresible y elástico, escasa conductividad térmica, excelente aislamiento acústico y de vibraciones.
Dadas todas estas características y algunas más que me quedo sin citar, el corcho tiene múltiples aplicaciones, aunque en muchos casos ha sido sustituido parcialmente por materiales sintéticos.


Acarreando el corcho con caballos





Pila de corcho seleccionado



Más información del Coroebus Undatus, F., o Culebra del corcho

http://www.extremambiente.es/files/forestal/sanidad/11_Coroebus%20undatus.pdf

larva de la culebra del corcho



El alcornoque tiene enemigos naturales muy dañinos que

incluso terminan matándole, como es el caso del insecto denominado Cerambyx Welensii, este coleóptero cuando aún es una larva, se introduce en el interior de la encina o alcornoque y luego se la come desde el interior. En apariencia, el árbol está completamente sano, aunque por dentro esté hueco. Este insecto es más conocido como 'el taladro de la encina' y avisan de que es mucho más peligroso que la 'seca', otra enfermedad que está terminando con una considerable población de encinas y en menor grado en alcornoques, por lo menos en nuestra zona. Esta es una enfermedad desconocida que deseca sin avisar a los árboles en periodo relativamente corto de tiempo.

Otro parásito del alcornoque es el COROEBUS UNDATUS, o la culebra del corcho, aparece en alcornoques más desfavorecidos por estar en zonas secas y en ejemplares debilitados por tener poco riego de savia.
Se puede localizar a menudo la presencia de culebra en un Alcornoque por la existencia de unas manchas blancuzcas u oscuras en el corcho, a las que se denomina "cagadas de milano" por su similitud con excrementos de aves.

También el pájaro carpintero es otro depredador que produce daños importantes en el corcho cuando busca larvas para alimentarse.

El corcho se utiliza en construcción naval, como aislante térmico y antivibraciones, pavimentos antideslizantes, cinturones y armillas de salvamento, boyas, juntas para motores, etc. Se utiliza en la industria de la cerámica,la construcción, la industria del frío, los accesorios para automóviles y aeronáutica, la industria química y farmacéutica, la del calzado, la imprenta y en la fabricación de artículos deportivos.

Pero quizás la utilización más clásica y la más importante desde un punto de vista económico sea la de tapamiento de vinos y otras bebidas. La fabricación de tapón de corcho supone el 85% del volumen de negocio del sector corchero en España y en el mundo.



El corcho es, pues, un material extraordinario, de propiedades únicas. Es un producto completamente natural, renovable y biodegradable. Por ello, su producción no genera ninguna contaminación ni perjuicio al ecosistema del que se extrae, ya que se obtiene por descortezamiento del alcornoque, sin cortar ningún árbol.



Aislante para la constucción



Pedro "Cartucho" con la Hurga

Las herramientas utilizadas para el descorche son el hacha curvada, la hurga (palo largo en forma de cuña), escaleras, guantes y ropa adecuada.

El descorche de un alcornoque es realizado por dos personas totalmente compenetradas, una utiliza el hacha y la otra le apoya con la hurga despegando las planchas de corcho de la corteza, facilitando el trabajo al compañero; el mango del hacha terminado en forma de cuña, también es muy útil para realizar esta función de despegue del corcho.

Pavimento de corcho

Dependiendo de la altura del tronco del árbol, así realizan unos cortes de arriba a abajo y en redondo sin tocar la corteza, (o “curtido” como dicen algunos paisanos), del alcornoque para ir despegando las planchas de corcha.

Otra persona se encargará de agrupar el corcho extraído de varios árboles para facilitar la recogida de este con caballerías o vehículos apropiados.

Muy importante es acarrear la corcha con caballos, mulos o burros del lugar donde se ha agrupado para llevarla a un lugar adecuado donde puedan tener acceso los vehículos para después transportarla hasta el lugar donde se realizará la primera selección dependiendo de su calidad, bornizo, corcho segundero, planchas pequeñas delgadas y con culebra, etc. Siendo apilada para su posterior pesaje y trasladada a la fábrica en grandes camiones.

Este trabajo lleva implícito el peligro propio de la actividad: utilización de herramientas cortantes, moverse en algunos casos a bastante altura, el propio del calor veraniego y del peligro que supone encontrarse con nidos de avispas, hormigas rojas y escorpiones que están en plena campaña en esta época del año.

No tenía contacto con esta actividad desde hace mas de 30 años, cuando mi abuelo me enseñó a utilizar el mozo para cargar los caballos con las planchas de corcho, y este verano me he podido comprobar que esta actividad no ha cambiado nada desde entonces, por lo menos en lo referente a todo el proceso que se sigue antes de llegar el corcho a la fábrica, además he tenido la oportunidad de conocer a personas buenas, curtidas por el campo, caracterizadas por la humildad y el buen hacer, lo que me ha transportado a paisajes y experiencias vividas en mi infancia y juventud, y aunque parecen estar muy lejos en el tiempo, de pronto han aparecido en mi memoria imágenes de nuestro pueblo con una actividad frenética en pleno verano, yuntas de caballos dando vueltas y vueltas en la parva con trillos y cilindros, o cargadas con los haces de trigo, o con los costales en sus lomos recogiendo el grano para subirle a la troje y con grandes jergas de paja para subirlas por interminables escaleras para vaciarlas por las piteras de los tejados en los pajares, ( que fortaleza era necesaria para estos trabajos, estas personas no tenían necesidad de ir al gimnasio), en fin se podrían describir aquí un gran listado de trabajos que han desaparecido en la actualidad y que no tiene razón de ser el recuperarlos, pero si es agradable recordar estos momento vividos en la infancia y juventud ya que seguro algo quedó en todas aquellas personas que lo conocieron.

T. González